jueves, 17 de diciembre de 2009

EPISTOLA DE IGNACIO A TRALIANOS

CAP.I. 1 Agradece la visita de su obispo. 5 Los elogia por la obediencia a su obispo, sacerdotes y diáconos: y los exhorta a continuar del mismo modo: 15 teme también su desmesurado deseo de sufrir, por si fuera perjudicial para él.

IGNACIO, también llamado Teóforo, a la santa iglesia de Tralles, en Asia: tenida en gran estima por Dios el Padre de Jesucristo, elegida y digna de Dios. Que goza de paz1 por medio de la carne, la sangre, y la pasión de Jesucristo nuestra esperanza en la resurrección que existe2 por él: a quien saludo en su plenitud, seguidora del carácter apostólico, deseándole toda la alegría y felicidad,

2 He3 oído de vuestra4 disposición constante e intachable gracias a vuestra paciencia, que5 no aparece únicamente en las conversaciones exteriores, sino que está arraigada en vosotros y os es innata.

3 Tal como Polibio, vuestro obispo, que vino a visitarme a Esmirna, por voluntad de Dios y Jesucristo, me ha explicado, y se alegró conmigo6 en mis cadenas por Jesucristo, y en efecto vi a toda vuestra7 iglesia en él.

4 Habiendo recibido8 testimonio de vuestra buena voluntad hacia mí9 por Dios, a través de él10; quise encontrarme con vosotros, pues sabia que11 erais seguidores de Dios.

5 Y 12 en tanto que obedecéis a vuestro obispo como a Jesucristo, no me parece que viváis a la manera de los hombres, sino según Jesucristo; que murió por nosotros, y creyendo así en su muerte13, os libraréis de ella,

6 Es necesario, por tanto, que puesto que lo que hacéis, sin vuestro obispo, no lo haríais: obedezcáis también a vuestros presbíteros, como a los apóstoles de Jesucristo nuestra esperanza; en quien si vamos por buen camino, nos encontrarán.

7 14 También los diáconos, por ser los ministros de los misterios de Jesucristo, deben complaceros por todos los medios. Pues no son ios15 ministros de la comida y la bebida, sino de la iglesia de Dios. Por tanto, deben evitar toda ofensa, como evitarían en fuego.

8 Asimismo, reverenciemos a los diáconos16 como a Jesucristo; y el obispo como al padre; y a los presbíteros como al Sanedrín de Dios y el colegio de los apóstoles.

9 Sin los cuales no hay17 iglesia. Respecto a lo cual estoy convencido de que18 pensáis del mismo modo; pues he recibido, y aún tengo conmigo, el modelo de vuestro amor, en vuestro obispo.

10 Cuya sola19 apariencia es instructiva: y cuya bondad20, poderosa21; a quien estoy seguro que los mismos ateos no pueden sino reverenciar.

11 Pero por el amor que os profeso, no os escribiré nada más severo sobre este asunto, aunque bien podría; pero ya lo he hecho; no sea que siendo un hombre condenado, parezca que os, ordeno como un apóstol.

12 22 Tengo un gran conocimiento de Dios; pero me23 contengo, no sea que perezca por mi presunción.

13 Pues es preferible que tema; y no escuche a aquellos que me halagan.

14 Los que se dirigen a mí con elogios, me castigan.

15 Porque realmente24 deseo sufrir, pero no puedo decir si soy digno de ello.

16 25 Y este deseo, aunque a los demás no se lo parezca, para mí es por esa misma razón más violento. Necesito, por tanlo26 moderación; por la cual el príncipe de este mundo es destruido.

17 ¿Puedo acaso escribiros sobre cosas celestiales? Temo heriros, pues sois aún bebés en Cristo: (perdonadme esta preocupación;) No sea que por ventura no seáis capaces de recibirlas y os ahoguéis con ellas.

18 Pues incluso yo mismo, aunque estoy encadenado27, no soy capaz de entender cosas celestiales:

19 Como el lugar de los ángeles, y sus diversas compañías, bajo sus respectivos príncipes: cosas visibles e invisibles; porque en ellas soy aún un aprendiz.

20 Pues aún nos faltan muchas cosas para llegar a Dios.

CAP. II.

1 Les advierte contra las herejías, 4 los exhorta a la humildad y la unidad, 11 expone brevemente la verdadera doctrina referente a Cristo.

OS exhorto, por tanto, o mejor dicho, no yo, sino el amor de Jesucristo, a que no toméis otro alimento sino el cristianismo; absteneos de cualquier otro tipo de pasto, me refiero a las herejías.

2 28 Pues los herejes funden la doctrina de Jesucristo con su propio veneno29: y parecen dignos de crédito:

3 Igual que los hombres dan un veneno mortal mezclado con vino dulce; y el que lo bebe toma dulcemente con el traicionero placer su propia muerte.

4 Por tanto, guardaos de esas personas. Lo lograréis si no os engreís y continuáis siendo inseparables de Jesucristo nuestro Dios, y de vuestro obispo, y de los preceptos de los apóstoles.

5 30 El que está con el altar es puro; pero el que está sin, es decir, que obra sin el obispo, los presbíteros y diáconos, no es puro en su conciencia.

6 No es que sepa que ocurre algo de esta naturaleza entre vosotros; pero os prevengo, por el gran amor que os profeso, previendo las trampas del demonio.

7 Y rindiendo obediencia, renovaos en fe, es decir, en la carne del Señor; y en caridad, es decir, en la sangre de Jesucristo.

8 Que ningún hombre guarde31 rencor alguno a su prójimo. No deis oportunidades a los gentiles; no sea que a causa de unos cuantos ignorantes, toda la congregación sea injuriada,

9 Pobre del hombre32 por cuya vanidad sea mi nombre blasfemado por cualquiera,

10 Cerrad por tanto vuestros oídos cuando oigáis que alguien habla33 en contra de Jesucristo; que pertenecía a la estirpe de David, de la Virgen María,

11 Que nació realmente y comió y bebió; y en verdad fue perseguido bajo Poncio Pilatos; fue verdaderamente crucificado y murió; y los que están en el cielo y en la tierra34 fueron testigo de ello.

12 Que verdaderamente resucitó de entre los muertos35 gracias a su Padre, del mismo modo en que36 nos resucitará a aquellos que creemos en él por Cristo: sin el que no tendríamos una vida verdadera.

13 Pero si, como algunos que son ateos, es decir, infieles, creen, que sólo pareció sufrir; (ellos mismos sólo parecen existir) ¿por qué estoy entonces encadenado? ¿Por qué deseo luchar contra las fieras? —Por tanto muero en vano: y así no hablaré en falso contra el Señor.

14 Alejaos, por tanto, de esos37 malos brotes que dan frutos mortíferos; que si alguien prueba, morirá de inmediato.

15 Pues no son esas las plantas del Padre; considerando que si lo fueran, parecerían las ramas de la cruz, y su fruto sería incorruptible; mediante las que os invita a través de su pasión, a vosotros que sois sus miembros,

16 Pues la cabeza no puede ser sin sus miembros, y Dios prometió una unión, que es él mismo.

cap. III.

Los exhorta de nuevo a la-unidad: y pide que dediquen sus plegarias a él y a su iglesia de Antioquia.

OS saludo desde Esmirna38, junto con las iglesias de Dios que se encuentran conmigo; que me han renovado en todos los sentidos, tanto en carne como en espíritu.

2 Mis cadenas, que llevo atadas por Cristo, (suplicándoles que pueda alcanzar a Dios) os exhortan, a que39 continuéis en armonía entre vosotros, y en plegaria unos con otros.

3 Pues os corresponde a cada uno de vosotros, especialmente a los presbíteros, renovar al obispo, en honor del Padre de Jesucristo y de los apóstoles,

4 Os ruego que me escuchéis con amor; pues con esto que escribo no pretendo40 alzarme como testigo contra vosotros.

5 Rezad también por mí; que por la misericordia de Dios estoy necesitado de vuestras plegarias para ser digno de la porción que estoy próximo a conseguir si no me consideran réprobo.

6 El amor de los que se encuentran en Esmirna y Éfeso os saluda. Recordad en vuestras plegarias a la iglesia de Siria, a la que no soy digno de pertenecer siendo uno de los menos importantes de41 ella.

7 Id con Jesucristo; y obedeced a vuestro obispo como a los mandamientos de Dios; y también al presbiterio,

8 Amad todos a vuestros hermanos con el corazón42 verdadero43. Que mí alma sea vuestra expiación, no sólo ahora, sino cuando haya llegado a Dios; pues estoy aún en peligro.

9 Pero el Padre cumplirá fielmente en Jesucristo tanto mi petición como la vuestra; en quien seréis encontrados intachables.

A los Tralianos.

Notas a la EPÍSTOLA de IGNACIO a los TRALIANOS.


No hay comentarios:

Publicar un comentario